04:00 Violentada.
El desvelo con sus ruidos me despierta, otra vez la boca la tengo salada. El sudor se modifica/ se solidifica.
Caspa acumulada con/figura cerros de sal que hacen que rechine y que me rasque. La sal no sale con agua. Entonces sigo juntando secreciones en las terminaciones de mis presas y en los inicios de sus bordes.
Comienzo del régimen letárgico.
La luna se apaga. La noche siniestra con sus sombras y destellos lo enciende. Marea. El suplicio de arcadas y ligaduras carmín me ensamblan la cara, no sentir, no ver, no escuchar, no estar.
Me alcanza la figura violeta que espera que caiga en las nupcias oscuras.
Es la inconciencia de nuevo, es tiempo de volver a morir.
Después del azote a-rítmico me sacudo las bragas y me seco las manos con fuerza. Esta vez el ardor se opaca, me estoy acostumbrando al disturbio y al caótico vaivén.
Luego de algunos años mearme en la cama no será novedad.
Después de un tiempo las cicatrices se tendrán que borrar. / Pensar con las uñas de los pies es un poco mas dulce que arrastrarme en el barro que me chorrea después de cada encuentro.
No poder dormir. No alcanzar la letárgica aproximación.
Poder completar la utopía.
Pasar el susto con agua seria la mejor alternativa para soportar la áspera calidez de quien engendra nauseas.
