Tu escape.

y el alcohol coqueteando con tu cerebro
y tu volando en el silencio de tu inconsciencia,
entonces otros caían en la inconsciencia del vuelo.

y volamos con las alas rotas y caímos de golpe en el frío piso
y ahora duermes, sueñas con el infinito
mientras con amargura termino mi coctel de uñas...

Viuda negra.

Como el veneno se absorben los gemidos,
carnada para el infiel y el ninfómano
enredados quedan siempre en los fémures efímeros,
atraídos por las hormonas y la química homicida.

La muerte se enreda es sus sabanas de seda
ella las teje con esmero, con su mejor punto.

la prostituta necrofílica rebosante de néctar
espera fumando en su hamaca a su próximo cliente..

Mi falo errante de niño precoz
divulga mi amor en tus cuevas, en tus fosas
como por magia te vi encima,
luego dentro me perdí en tu abertura
en la grieta de tu alma, mi alma es tu grieta
la herida, la cicatriz...
la ponzoña de tus ojos que se hace ámbar en mi lengua
en mi lengua promiscua
donde yace lo ambiguo, lo mio y lo tuyo,
lo mio eres tú...
con tu cuerpo perfecto a mis ojos,
con tus ojos reflejados en los mios
Me dices te amo, se vuela un gemido
y me traspapelo en tus pestañas.
Rozo tus pómulos y me deshago
soy cobre entre tus brazos
rojo de tu erotismo, de tu piel y tu cuerpo
rojo de tu amor extremista y suicida
atestado de sonrisas y lágrimas cantoras.

Mi falo te habla, te dice te amo
ya sabes escucharlo...
Conoces su complaciente lenguaje,
apológico.
Tejido a mano con las letras de tu lujuria
de tu lengua rosada, azul , verde, amarilla y roja
de colores vivos...
Tanto como nuestro apocalipsis.

sexo, AMOR!

Pigmenta mi pétrea piel con tu luz complétame,
lléname de tus colores espectrales
tatúate en mi débil cuerpo adolecente
dibújate en mi virginidad resucitada.
Dibújate con tu pincel pardo refulgente
usa de tinta a mi llanto, a tu sangre, al viento...
utiliza el producto de la copula de nuestros poros.
Atraviesa cauteloso el venablo
que plasmara tu imagen eterna
te escribirás en lista que guardo
vacía como yo, antes de tu nombre.

El Aborto de mis versos.

Pujare las palabras que nacen
para que crescan y mueran...
mueran como el hueso o el carbón
sin excreción, sin color.
y para que caigan, sudados y fríos
los fetos fétidos de mis letras muertas
serán el abono para mis brotes
la materia prima para elaborar mis lágrimas.
Caerán suaves por mis pómulos
y correrán la tinta de mi piel seca.

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Me lo dice el pendulo...